domingo, 11 de febrero de 2018

La psicomotricidad en el Currículo Nacional de la Educación Básica *



* Sólo aplicable al Perú.
El Currículo Nacional de la Educación Básica es uno de los instrumentos de la política educativa de la Educación Básica del Perú. Muestra la visión de la educación para los estudiantes de las tres modalidades de la Educación Básica: Educación Básica Regular, Educación Básica Especial y Educación Básica Alternativa. Le da un sentido común al conjunto de esfuerzos que el Ministerio de Educación del Perú realiza en la mejora de los aprendizajes, desarrollo docente, mejora de la gestión, espacios educativos e infraestructura.


Competencia n°  2

Se desenvuelve de manera autónoma a través de su motricidad

El estudiante comprende y toma conciencia de sí mismo en interacción con el espacio y las personas de su entorno, lo que contribuye a construir su identidad y autoestima. Interioriza y organiza sus movimientos eficazmente según sus posibilidades, en la práctica de actividades físicas como el juego, el deporte y aquellas que se desarrollan en la vida cotidiana. Asimismo, es capaz de expresar y comunicar a través de su cuerpo: ideas, emociones y sentimientos con gestos, posturas, tono muscular, entre otros.


Capacidades

Esta competencia implica la combinación de las siguientes capacidades:

• Comprende su cuerpo: Es decir, interioriza su cuerpo en estado estático o en movimiento en relación al espacio, el tiempo, los objetos y demás personas de su entorno.
• Se expresa corporalmente: Usa el lenguaje corporal para comunicar emociones, sentimientos y pensamientos. Implica utilizar el tono, los gestos, mímicas, posturas y movimientos para expresarse, desarrollando la creatividad al usar todos los recursos que ofrece el cuerpo y el movimiento.


Estándares de aprendizaje

Descripción del nivel de logro de la competencia:

Estándares Nivel 1 (Nivel esperado al final del ciclo I)
Se desenvuelve de manera autónoma a través de su motricidad cuando explora y descubre desde sus posibilidades de movimiento las partes de su cuerpo y su imagen corporal. Realiza acciones motrices básicas en las que coordina movimientos para desplazarse y manipular objetos. Expresa corporalmente a través del gesto, el tono, las posturas y movimientos sus sensaciones y emociones en situaciones cotidianas.

Estándares Nivel 2 (Nivel esperado al final del ciclo II)
Se desenvuelve de manera autónoma a través de su motricidad cuando explora y descubre su lado dominante y sus posibilidades de movimiento por propia iniciativa en situaciones cotidianas. Realiza acciones motrices básicas en las que coordina movimientos para desplazarse con seguridad y utiliza objetos con precisión, orientándose y regulando sus acciones en relación a estos, a las personas, el espacio y el tiempo. Expresa corporalmente sus sensaciones, emociones y sentimientos a través del tono, gesto, posturas, ritmo y movimiento en situaciones de juego.


Área curricular

Nivel                               Ciclo           Edades           Área curricular
-----------------------------------------------------------------------------------------
Educación inicial            I                0 - 2            Psicomotriz
Educación inicial            II               3 - 5            Psicomotriz
-----------------------------------------------------------------------------------------


Área Psicomotriz

Todas las personas, desde que nacemos, actuamos y nos relacionamos con el entorno a través de nuestro cuerpo. Con este nos movemos, experimentamos, comunicamos y aprendemos de una manera única, acorde a nuestras propias características, deseos, afectos, necesidades, estados de ánimo y demás. Esto da cuenta de la dimensión psicomotriz de la vida del hombre; es decir, de esa estrecha y permanente relación que existe entre el cuerpo, las emociones y los pensamientos de cada persona al actuar.

Desde los primeros meses de vida, el cuerpo y el movimiento son el principal medio que los niños y las niñas emplean para expresar sus deseos, sensaciones y emociones, así también para conocerse y abrirse al mundo que los rodea. De esta manera, el bebé va adquiriendo progresivamente las primeras posturas –como pasar de boca arriba a boca abajo o viceversa, sentarse, arrodillarse y pararse– hasta alcanzar el desplazamiento y continuar ampliando sus posibilidades de movimiento y acción.

Al mismo tiempo, es a través de estas vivencias que el niño va desarrollando un progresivo control y dominio de su cuerpo reajustándose corporalmente (acomodándose) según sus necesidades en las diversas situaciones cotidianas de exploración o de juego que experimenta. Es a partir de estas experiencias y en la constante interacción con su medio que el niño va construyendo su esquema e imagen corporal; es decir, va desarrollando una representación mental de su cuerpo y una imagen de sí mismo.

En medio de este proceso, es necesario tomar en cuenta que los niños y las niñas son sujetos plenos de emociones, sensaciones, afectos, pensamientos, necesidades e intereses propios, los cuales, durante los primeros años, son vividos y expresados intensamente a través de su cuerpo (gestos, tono, posturas, acciones, movimientos y juegos). Así, esto da cuenta de esa vinculación permanente que existe entre su cuerpo, sus pensamientos y sus emociones.

El logro del Perfil de egreso de los estudiantes de la Educación Básica Regular se favorece por el desarrollo de diversas competencias. El área Psicomotriz promueve y facilita que los niños y niñas desarrollen la siguiente competencia: “Se desenvuelve de manera autónoma a través de su motricidad”.

Enfoque que sustenta el desarrollo de la competencia en el Área Psicomotriz.

El marco teórico y metodológico que orienta la enseñanza y aprendizaje para el desarrollo de las competencias relacionadas con el área, se sustenta en el enfoque de la Corporeidad. Dicho enfoque concibe al “cuerpo” más allá de su realidad biológica, porque implica hacer, pensar, sentir, saber, comunicar y querer. De esta manera, asume que el “cuerpo” se encuentra en un proceso constante de construcción de su ser; este es un proceso dinámico y que se desarrolla a lo largo de toda la vida, desde el hacer autónomo de la persona, y que se manifiesta en la modificación y/o reafirmación progresiva de su imagen corporal, la cual se integra con otros elementos de su personalidad en la construcción de su identidad personal y social. Por ello, se valora la condición de la persona para actuar y moverse de forma intencionada, a partir de sus necesidades e intereses particulares, y tomando en cuenta sus posibilidades de acción en una interacción permanente con su entorno.

Además, el área utiliza conocimientos acordes y relacionados con las ciencias aplicadas a la educación, por lo que no se busca desarrollar solamente habilidades físicas en los niños, sino también su identidad, autoestima, el pensamiento crítico y creativo, la toma de decisiones y la resolución de problemas, tanto en contextos de actividad física como en la vida cotidiana. Es decir, desde este enfoque se busca contribuir en su proceso de formación y desarrollo para su bienestar y el de su entorno.

¿Cómo se visualiza el desarrollo de esta competencia en los niños y niñas del nivel de Educación Inicial?

Esta competencia se visualiza cuando los niños y niñas se desarrollan motrizmente al ir tomando conciencia de su cuerpo, y sus posibilidades de acción y de expresión. Ello ocurre a partir de la exploración y experimentación de sus movimientos, posturas, desplazamientos y juegos de manera autónoma.

Cuando el niño tiene la posibilidad de actuar y relacionarse libremente con su entorno, va probando por propia iniciativa determinadas posturas o movimientos hasta dominarlos y sentirse seguro para luego animarse a intentar otros. De esta manera, va desarrollando sus propias estrategias de coordinación y equilibrio desde aquello que sabe hacer, sin ser forzado.

Todas estas acciones, además, permiten al niño conocerse e ir afianzando el dominio de su cuerpo, y el desarrollo y control de sus posturas, del equilibrio y la coordinación de sus movimientos. Así también, su sentido de ubicación y organización en razón a los objetos, al espacio, al tiempo y a las personas de su entorno. Es decir, niños y niñas irán reajustándose corporalmente tomando en cuenta los objetos que emplean o que están a su alrededor, el espacio en el que se encuentran y del cual disponen, el tiempo que dedican a las actividades que realizan (la duración, el término o el tránsito entre ellas), y considerando también cómo se organizan en la interacción con sus pares y los adultos que los acompañan.

Todas estas vivencias contribuyen con la construcción de su esquema e imagen corporal. Estas se desarrollarán de manera saludable si el ambiente que se ofrece al niño es un ambiente cálido, oportuno, enriquecedor y que respeta sus potencialidades, ya que ambas construcciones dependen de sus experiencias vividas, y sus relaciones con otras personas y con su entorno.

Para ello, es sumamente importante que el docente pueda acompañar al niño y la niña en el desarrollo de esta competencia a través de la observación y el respeto hacia sus propias potencialidades para expresarse y desenvolverse de manera autónoma a través de sus movimientos, acciones y juegos. Por lo tanto, deberá brindarle un ambiente seguro y objetos pertinentes que le permitan desplazarse, moverse y descubrir sus propias posibilidades de acción; estar atento a sus gestos, posturas, tono, ritmo, movimientos y juegos, los cuales expresan las sensaciones, emociones, sentimientos y pensamientos de los niños y niñas. Esto permitirá ofrecerles un acompañamiento oportuno, transformar el espacio e incorporar nuevos materiales, en respuesta a sus intereses y necesidades de expresarse con el cuerpo.

En el desarrollo de la competencia “Se desenvuelve de manera autónoma a través de su motricidad”, los niños y las niñas combinan principalmente las siguientes capacidades: Comprende su cuerpo y Se expresa corporalmente.



Desempeños por edad                Ciclo I

Desempeños 9 meses
Cuando el niño se desenvuelve de manera au­tónoma a través de su motricidad y se encuen­tra en proceso hacia el nivel esperado del ciclo I, realiza desempeños como los siguientes:
  • Realiza acciones y movimientos de manera autónoma –en los que expresa sus emocio­nes–, que le permiten adquirir posturas, des­plazarse en el espacio, explorar su cuerpo e interactuar con el entorno: pasa de la posición boca arriba a boca abajo o viceversa, se colo­ca de lado o semisentado, y manipula objetos que son de su interés.
  • Manifiesta las sensaciones que percibe de su cuerpo, y da muestra de que reconoce algu­nas partes del mismo, a través de gestos, mo­vimientos y al responder a las solicitudes que surgen en la interacción cotidiana con el adul­to que lo cuida. Ejemplo: Un bebé, durante el cambio de ropa, extiende sus piernas cuando el adulto que lo atiende se lo solicita.


Desempeños 18 meses
Cuando el niño se desenvuelve de manera au­tónoma a través de su motricidad y se encuen­tra en proceso hacia el nivel esperado del ciclo I, realiza desempeños como los siguientes:
  • Realiza acciones y movimientos de manera au­tónoma –en los que expresa sus emociones–, que le permiten adquirir posturas, desplazar­se en el espacio, explorar su cuerpo e interac­tuar con el entorno: se sienta, gatea, se para y da algunos pasos apoyándose en un elemento fijo, manipula objetos que son de su interés y al hacerlo demuestra mayor precisión en los movimientos de su mano.
  •  Manifiesta las sensaciones que percibe de su cuerpo y da muestras de que reconoce las par­tes de su cuerpo a través de gestos o acciones, y se reconoce a sí mismo cuando observa su imagen en el espejo. Ejemplo: Un niño al darse cuenta de que la imagen reflejada en el espe­jo, es él, se sonríe, hace algunos movimientos, gestos y juega a aparecer y desaparecer.


Desempeños 24 meses
Cuando el niño se desenvuelve de manera autónoma a través de su motricidad y se en­cuentra en proceso hacia el nivel esperado del ciclo I, realiza desempeños como los siguientes:
  •  Realiza acciones y movimientos de manera au­tónoma –en los que expresa sus emociones–, que le permiten desplazarse por el espacio, explorar con su cuerpo e interactuar con el en­torno: camina con soltura y sin apoyo, se des­plaza arrastrando o empujando objetos, corre e intenta subir o bajar pequeñas pendientes, sube escalones con el mismo pie y crea sus propias maneras para bajarlos.
  • Realiza acciones de exploración y juego, en las que utiliza ambas manos de manera coordina­da. Ejemplo: Un niño coge piedritas y juega a meterlas dentro una botella.
  • Manifiesta sus sensaciones y necesidades corporales, y reconoce las partes de su cuer­po a través de gestos, acciones y algunas pa­labras. Da muestras de que reconoce su ima­gen al mirarse en el espejo o al mirar fotos en las que aparece.


Desempeños 36 meses
Cuando el niño se desenvuelve de manera au­tónoma a través de su motricidad y logra el nivel esperado del ciclo I, realiza desempeños como los siguientes:
  • Realiza acciones y movimientos de manera autónoma –en los que expresa sus emo­ciones– para explorar con su cuerpo e in­teractuar con el entorno: corre, sube y baja escalones alternando los pies, salta desde pequeñas alturas, experimenta con su cuer­po el equilibrio y desequilibrio, hace giros, trepa y se desliza por pequeñas pendientes con seguridad.
  • Realiza acciones de exploración y juego, en las que coordina movimientos de sus manos y pies. Ejemplo: Un niño juega con una pelota e intenta patearla hacia un lugar determinado.
  • Manifiesta sus sensaciones y necesidades corporales al mencionarlas en diferentes situaciones de interacción, juego y cuidado cotidiano. Ejemplo: Un niño solicita agua cuando tiene sed, avisa a un adulto cuando quiere ir al baño, se lava las manos cuando las siente pegajosas.



Desempeños por edad                Ciclo II

Desempeños 3 años
Cuando el niño se desenvuelve de manera autónoma a través de su motricidad y se en­cuentra en proceso hacia el nivel esperado del ciclo II, realiza desempeños como los siguientes:
  • Realiza acciones y movimientos como correr, saltar desde pequeñas alturas, trepar, rodar, deslizarse –en los que expresa sus emocio­nes– explorando las posibilidades de su cuer­po con relación al espacio, la superficie y los objetos. Ejemplo: Un niño juega a trepar un pequeño muro, camina intentando mantener el equilibrio y salta desde cierta altura.
  • Realiza acciones y movimientos de coordi­nación óculo-manual y óculo-podal en di­ferentes situaciones cotidianas y de juego según sus intereses. Ejemplo: Un niño des­enrosca la tapa de su botella, pela una fruta, y puede abrir y cerrar sus envases colocán­doles las tapas.
  • Reconoce sus sensaciones corporales, e iden­tifica algunas de las necesidades y cambios en el estado de su cuerpo, como la respiración después de una actividad física. Reconoce las partes de su cuerpo al relacionarlas con sus acciones y nombrarlas espontáneamente en diferentes situaciones cotidianas. Representa su cuerpo (o los de otros) a su manera y utili­zando diferentes materiales.


Desempeños 4 años
Cuando el niño se desenvuelve de manera au­tónoma a través de su motricidad y se encuen­tra en proceso hacia el nivel esperado del ciclo II, realiza desempeños como los siguientes:
  •  Realiza acciones y juegos de manera autó­noma, como correr, saltar, trepar, rodar, des­lizarse, hacer giros, patear y lanzar pelotas, etc. –en los que expresa sus emociones–ex­plorando las posibilidades de sus cuerpo con relación al espacio, la superficie y los objetos, regulando su fuerza, velocidad y con cierto control de su equilibrio. Ejemplo: Un niño, al jugar a perseguir y atrapar a su compañero, corre y aumenta su velocidad, cambia de di­rección al correr y salta pequeños obstáculos.
  • Realiza acciones y movimientos de coordi­nación óculo-manual y óculo-podal, acorde con sus necesidades e intereses, y según las características de los objetos o materiales que emplea en diferentes situaciones coti­dianas de exploración y juego. Ejemplo: Un niño juega a poner un pie delante del otro sin perder el equilibrio.
  •  Reconoce sus sensaciones corporales, e identifica las necesidades y cambios en el estado de su cuerpo, como la respiración y sudoración después de una actividad físi­ca. Reconoce las partes de su cuerpo al re­lacionarlas con sus acciones y nombrarlas espontáneamente en diferentes situaciones cotidianas. Representa su cuerpo (o los de otros) a su manera, utilizando diferentes ma­teriales y haciendo evidentes algunas partes, como la cabeza, los brazos, las piernas y al­gunos elementos del rostro.


Desempeños 5 años
Cuando el niño se desenvuelve de manera au­tónoma a través de su motricidad y logra el nivel esperado del ciclo II, realiza desempeños como los siguientes:
  • Realiza acciones y juegos de manera autóno­ma combinando habilidades motrices básicas como correr, saltar, trepar, rodar, deslizarse, hacer giros y volteretas –en los que expresa sus emociones– explorando las posibilidades de su cuerpo con relación al espacio, el tiem­po, la superficie y los objetos; en estas accio­nes, muestra predominio y mayor control de un lado de su cuerpo. Ejemplo: Un niño juega a caminar detrás de otro niño. Aceleran la marcha, inventan diferentes formas de cami­nar, corren saltando, caminan hacia atrás, se impulsan y hacen saltos largos, entre otros movimientos.
  • Realiza acciones y movimientos de coor­dinación óculo-manual y óculo-podal que requieren mayor precisión. Lo hace en dife­rentes situaciones cotidianas, de juego o de representación gráfico-plástica, ajustándose a los límites espaciales y a las características de los objetos, materiales y/o herramientas que utilizan, según sus necesidades, intereses y posibilidades. Ejemplo: En el patio, un niño dibuja círculos en el suelo para jugar con ca­nicas tratando de hacerlas caer dentro de los círculos que dibujó.
  • Reconoce sus sensaciones corporales, e iden­tifica las necesidades y cambios en el estado de su cuerpo, como la respiración y sudo­ración. Reconoce las partes de su cuerpo al relacionarlas con sus acciones y nombrarlas espontáneamente en diferentes situaciones cotidianas. Representa su cuerpo (o el de otro) a su manera, incorporando más detalles de la figura humana, e incluyendo algunas características propias (cabello corto, largo, lacio, rizado, etc.).



Condiciones que favorecen el desarrollo de la competencia relacionada con el área psicomotriz

·    Ofrecer espacios amplios y despejados, dentro y fuera del aula, que permitan a los niños experimentar libremente con su cuerpo desde sus propios intereses y posibilidades de acción y movimiento.
·  Proporcionar materiales y/o mobiliarios pertinentes que posibiliten el juego y la exploración a través de su cuerpo, sus posturas y movimientos –por ejemplo, estructuras de madera a una altura adecuada para que los bebés tengan la posibilidad de sujetarse y ponerse en pie (específicamente en Ciclo I), cajas o cajones de ma­dera donde los niños puedan meterse o jugar a entrar y salir, telas, colchonetas, aros, llantas, túneles, hamacas, rampas, estructuras de madera para trepar, entre otros.
·      Conocer las necesidades y características madurativas de los niños con relación a la dimensión psicomotriz de su desarrollo, y respetar los procesos individuales y las propias formas, ritmos y tiempos, para brindarles un acompañamiento adecuado y oportuno, sin dirigirlos, presionarlos o apurarlos.
·      Promover que los niños y niñas puedan medir los riesgos por sí mismos al momento de realizar sus diversos movimientos, posturas y desplazamientos; brindarles la confianza y seguridad necesarias a través de nuestras palabras y lenguaje corporal.
·       Observar a los niños y niñas durante sus juegos y movimientos prestando atención al proceso antes que a la acción en sí misma; valorar su esfuerzo, su placer y sus aprendizajes al enfrentarse a diversos retos motrices.
·       Prestar atención a las diferentes sensaciones y/o emociones que los niños expresan a través de sus gestos, tono, posturas, movimientos, desplazamientos y juegos, lo que nos permitirá conocerlos y, a partir de ello, realizar las modificaciones necesarias, tanto en relación a nuestras actitudes y acompañamiento, como en la planificación y organización del espacio y materiales.
·       Favorecer espacios de diálogo, después de los tiempos de juego y movimiento, donde los niños puedan hacer uso de la palabra para comunicar espontáneamente aquellas sensaciones y/o emociones que han experimen­tado a través de su cuerpo, posturas, movimientos y desplazamientos. En el caso de Ciclo I, con los bebés que aún no hablan, es el adulto quien debe estar atento para recibir y reconocer estas diferentes emociones y sensaciones, y darles lugar a través de la palabra; por ejemplo, al ver a un bebé que disfruta mucho gatear y lo hace recurrentemente por todo el espacio para explorar, el adulto le puede decir: “veo que te ha gustado mucho gatear por todo el espacio”
·      Promover el respeto de los límites y pautas de cuidado al moverse libremente –tanto con relación a sí mismo, como a los demás; tomando en cuenta el material, el mobiliario y el espacio del que disponen–. Por ejemplo, conviene delimitar claramente el espacio en el que los bebés pueden desplazarse para explorar libremente, promover que los niños puedan avisar antes de saltar para evitar accidentes, y asegurarse de que el espacio esté libre.




Fuentes:
Ministerio de Educación (2017). Currículo Nacional de la Educación Básica. Ministerio de Educación. Lima - Perú.

Ministerio de Educación (2017). Programa Curricular de Educación Inicial. Ministerio de Educación. Lima - Perú.




5 comentarios:

  1. excelente información. Resume todo lo que debemos tener en cuenta las maestras de Inicial.

    ResponderEliminar
  2. EXCELENTE INFORMACION MUCHAS GRACIAS

    ResponderEliminar
  3. Es lamentable que existan profesionales que sigan confundiendo a otros con apreciaciones poco fundamentadas.
    La Psicomotricidad siempre existió y existirá sin embargo en los tres niveles de la EBR en nuestro Perú, se desarrolla la MOTRICIDAD bajo el enfoque de la Corporeidad...leer a Corvetto, Castañer y Camerino, Manuel Sergio , Alicia Grasso , entre otros..les sera de gran ayuda..

    ResponderEliminar